1 paquete de mezcla para pastel de cualquier sabor
1 paquete de queso crema
1/4 taza de mantequilla ablandada
4 tazas de azúcar en polvo
Unas gotas de colorante para alimentos: verde, rojo y amarillo
1 cono para helado
Dejamos enfriar en el molde por 10 minutos. Desmoldamos el pastel; déjamos enfriar completamente sobre una rejilla de metal.
Batimos el queso crema y la mantequilla en un tazón pequeño con la batidora eléctrica a velocidad media hasta que quede cremoso. Añadimos gradualmente el azúcar, batiendo bien cada vez hasta que esté ligero y esponjoso.
Tomamos 1/2 taza de la cobertura; colócala en un tazón pequeño. Añadimos el colorante verde; mezcla bien todo. Con la mitad de la cobertura verde embetunamos la parte externa del cono para helado, reservamos. Guardamos el resto de la cobertura verde para usarla más tarde.
Agregamos los colorantes rojo y amarillo al resto de la cobertura blanca para teñirla de color naranja.
Embetunamos el pastel para que parezca una calabaza. Colocamos el cono embetunado dentro del agujero que formó el tubo del molde para que parezca el tallo de la calabaza.
Con el resto de la cobertura verde utilizando una manga pastelera hacemos los cordones en sentido vertical y a lo largo de las hendiduras del pastel.